Lana merina frente a algodón ecológico: ¿qué elegir para el bebé?


Cuando uno se convierte en padre, cada elección adquiere una nueva importancia, sobre todo cuando se trata del bienestar del bebé. Entre las decisiones que hay que tomar: ¿qué tejido elegir para la ropa, el saco de dormir o el capullo del bebé? Dos materiales naturales aparecen a menudo en las conversaciones: la lana merina y el algodón biológico. ¿Cuál es mejor para la delicada piel de tu pequeño? Aquí tienes una comparativa que te ayudará a decidirte.

1. La suavidad: un criterio esencial para la piel del bebé


La lana merina es famosa por su excepcional suavidad. A diferencia de la lana tradicional, no pica e incluso es adecuada para pieles muy sensibles. Envuelve al bebé en una sensación de confort envolvente.
El algodón ecológico también es muy suave, sobre todo cuando está peinado o certificado GOTS. Es hipoalergénico y no contiene productos químicos, por lo que es perfectamente adecuado para los recién nacidos.


Veredicto: ambos materiales son perfectamente suaves y se adaptan a la piel del bebé.

2. Termorregulación: mantener al bebé a la temperatura adecuada


La lana merina es termorreguladora por naturaleza. Mantiene al bebé abrigado cuando hace frío y evacua la humedad cuando hace más calor. Es el tejido ideal para prevenir los sudores nocturnos o los escalofríos.
Aunque el algodón orgánico es transpirable, no tiene la misma capacidad de regulación térmica. Es más adecuado para temperaturas moderadas o cálidas.


Veredicto: Ventaja de la lana merina, sobre todo para las estaciones más frías o los bebés sensibles a las variaciones de temperatura.

3. Cuidados: prácticos en el día a día


Es un error común pensar que la lana es difícil de cuidar. Pero la lana merina es naturalmente antibacteriana y resistente a los olores, por lo que no es necesario lavarla tan a menudo. Basta con un lavado suave a mano o a máquina con el programa para lana.
 En cambio, el algodón orgánico es muy fácil de cuidar: puede lavarse a máquina a 30 o 40 °C sin problemas. Sin embargo, puede encoger o estropearse más rápidamente si no es de buena calidad.


Veredicto: ligera preferencia por el algodón orgánico por su facilidad de cuidado, pero el merino lo compensa con su durabilidad entre lavados.

4. Ecología y sostenibilidad: elecciones responsables


El algodón ecológico se cultiva sin pesticidas ni productos químicos, por lo que es más respetuoso con el medio ambiente que el convencional. Sin embargo, su cultivo requiere mucha agua.
 La lana merina es una fibra renovable y biodegradable procedente de ovejas que suelen criarse en pastos al aire libre. Siempre que su origen sea bueno (granjas respetuosas con los animales), también tiene un excelente perfil ecológico.


Veredicto: Igualdad, siempre que se compruebe la trazabilidad del producto.

Conclusión: una cuestión de necesidades


La lana merina es una auténtica aliada para el día a día. Gracias a sus propiedades termorreguladoras, es adecuada para todas las estaciones: mantiene al bebé abrigado en invierno, mientras deja que su piel respire en verano. Por lo tanto, es un tejido polivalente, especialmente apreciado en invierno si el bebé tiene frío.
 En cambio, el algodón orgánico es indispensable cuando hace calor, o para los padres que buscan un tejido fácil de cuidar a diario.


Nuestro consejo: elige la lana merina por su practicidad durante todo el año, y alterna con el algodón orgánico según las preferencias y hábitos de tu bebé. En cualquier caso, estarás haciendo una elección suave, sana y natural para tu pequeño.